Vox ha decidido poner fin a sus pactos de gobierno con el PP después de que Feijóo aceptara el reparto de 347 menas. Esta decisión ha sido percibida como una traición por parte de Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, ya había advertido sobre la posible ruptura. Las comunidades autónomas donde PP y Vox gobiernan en coalición se verán afectadas por esta medida. Feijóo, según Vox, ha priorizado sus propios intereses sobre los acuerdos establecidos.
Reacciones inmediatas de Vox
Tras la decisión del PP de apoyar el reparto de 347 menores extranjeros no acompañados, conocidos como menas, Vox ha decidido romper los pactos de gobierno que mantenía con el PP. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha convocado una reunión de urgencia para este jueves, donde se debatirán las medidas a tomar frente a lo que consideran una traición por parte de Feijóo y su partido.
La formación liderada por Abascal ha sido clara en su postura, señalando que el PP, al votar a favor de esta medida, ha actuado en contra de los acuerdos previos con Vox, que promueven políticas antiinmigración. Esta decisión unilateral del PP ha intensificado las tensiones dentro de la coalición, llevando a Vox a reconsiderar su apoyo en las comunidades autónomas donde gobiernan conjuntamente.
Impacto en las comunidades autónomas
El acuerdo para el reparto de menores migrantes afectará directamente a varias comunidades autónomas donde PP y Vox comparten el poder. Estas regiones incluyen Aragón, Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, que juntas acogerían un total de 110 menores. Esta situación pone en riesgo la estabilidad de estos gobiernos regionales y pone a prueba la fortaleza de las políticas antiinmigración promovidas por Vox.
La ruptura entre Vox y PP podría reconfigurar el panorama político en varias comunidades autónomas.
Vox ha expresado su firme rechazo a la distribución de menas, argumentando que dicha acción va en contra de los principios y compromisos establecidos en los pactos de gobierno con el PP. Los líderes regionales del PP, siguiendo instrucciones de Feijóo, han tomado esta decisión sin consultarlo previamente con su socio, lo que ha generado un considerable descontento dentro de Vox, que ve amenazada su agenda política en estas autonomías.