El US Open comenzó con una gran sorpresa cuando el número uno del mundo, Jannik Sinner, enfrentó un inicio lleno de nervios ante Mackenzie McDonald. En el Arthur Ashe Stadium, el italiano cometió numerosos errores en el primer set, permitiendo a su rival tomar la delantera. Sin embargo, la presión no pudo con él y, tras una espectacular recuperación, Sinner demostró por qué es el favorito, imponiéndose de manera contundente en los siguientes sets.
Un inicio lleno de nervios para Sinner
El debut en el US Open no fue fácil para Jannik Sinner, quien sintió la presión en el Arthur Ashe Stadium. El primer set fue una montaña rusa de emociones y errores no forzados, lo que aprovechó Mackenzie McDonald para dominar desde el fondo de la pista. La atmósfera cargada y las expectativas altas parecían ahogar al italiano, cuyos nervios se palpaban en cada golpe.
Este deslucido comienzo mostró a un Sinner irreconocible. Los espectadores se preguntaban si la reciente polémica por dopaje afectaría su rendimiento. McDonald, por su parte, no desaprovechó la oportunidad y cerró el set con un convincente 6-2. ¿Sería capaz Sinner de superar este bache inicial y demostrar por qué es el número uno del mundo?
La habilidad para superar un inicio adverso demuestra la verdadera calidad de un campeón.
Recuperación y dominio absoluto
La respuesta de Jannik Sinner no se hizo esperar. Con un cambio drástico en su juego, el italiano comenzó a construir su remontada. La solidez regresó a su raqueta y los golpes ganadores comenzaron a surgir uno tras otro. Este cambio radical fue evidente en el segundo set, que ganó con un contundente 6-1, devolviéndole la moneda a McDonald.
El dominio de Sinner se extendió durante los sets finales, donde su confianza y técnica lo consolidaron como el claro favorito. El estadounidense poco pudo hacer ante la superioridad del número uno, que cerró el partido con dos sets adicionales ganados con una autoridad abrumadora (6-1 y 6-2). La remontada estaba completa y Sinner avanzaba con paso firme en el torneo.
