El periodista estadounidense Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal, enfrenta un juicio en Rusia por presunto espionaje para la CIA. Arrestado en marzo de 2023 en Yekaterimburgo, es acusado por los Servicios de Seguridad rusos de recopilar información sobre una fábrica de tanques. La Casa Blanca ha calificado estas acusaciones como «ridículas» y exige su liberación inmediata.
Acusaciones y contexto de la detención
Evan Gershkovich, periodista de The Wall Street Journal, se enfrenta a un juicio en Rusia acusado de espionaje para la CIA. Detenido en marzo de 2023 en Yekaterimburgo, los fiscales rusos le imputan haber recolectado información secreta sobre una fábrica de tanques. Según el FSB, servicio de seguridad sucesor del KGB, Gershkovich fue capturado «in fraganti» mientras intentaba obtener secretos militares, lo que podría conllevar una condena de hasta 20 años de prisión.
La Fiscalía General rusa sostiene que el reportero actuaba «por encargo de la CIA», recopilando información del óblast de Sverdlovsk, donde se localiza la empresa de defensa NPK Uralvagonzavod, especializada en la producción y reparación de equipos militares. La detención y las acusaciones han generado una tensión significativa entre Rusia y Estados Unidos, marcando otro punto de fricción en las ya complicadas relaciones bilaterales.
La detención fue calificada de "totalmente ilegal" por el presidente Joe Biden.
Reacciones internacionales y posibles consecuencias
La detención de Gershkovich ha provocado una ola de reacciones internacionales. La Casa Blanca ha desestimado las acusaciones, calificándolas de «ridículas», y ha exigido la liberación inmediata del periodista. Por su parte, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ha intervenido personalmente, declarando la captura como «totalmente ilegal» y un abuso de los derechos humanos.
Una posible consecuencia mencionada en las discusiones bilaterales es el intercambio de prisioneros. El presidente ruso, Vladímir Putin, sugirió en febrero que Gershkovich podría ser intercambiado por Vadim Krásikov, un sicario ruso condenado en Alemania. En una entrevista, Putin admitió que se están considerando contactos para un posible intercambio, lo que podría abrir una ventana para la resolución de este tenso episodio diplomático.