Las costas españolas han sido testigo de un número creciente de llegadas en 2024, reflejando una situación que iguala un récord histórico. La inmigración ilegal ha experimentado un notable incremento del 12,5%, según ha reconocido el ministro Marlaska. En las Islas Canarias, las embarcaciones continúan arribando, cargadas de personas que buscan un futuro mejor. Ceuta y Melilla viven escenarios similares, donde las fronteras se convierten en puntos de encuentro y tensión. Mientras tanto, la sociedad se pregunta qué factores están impulsando este fenómeno y cuáles serán sus repercusiones a largo plazo.
Aumento de llegadas en las Islas Canarias
En 2024, se observó un notable incremento en las llegadas de migrantes a las Islas Canarias. Llegaron 46.843 personas, lo que representa un aumento del 17,4% en comparación con el año anterior. Estas cifras superan las de 2023, cuando arribaron 39.910 migrantes. La situación evoca la crisis de los cayucos de 2006, pero con números aún mayores.
La ruta hacia el archipiélago sigue siendo una opción para quienes buscan alcanzar Europa. En 2024, los migrantes utilizaron 692 embarcaciones para llegar a las islas, un incremento del 13,4% respecto a las 610 embarcaciones de 2023. Este aumento en el flujo migratorio hacia la región refleja la persistente presión sobre esta ruta y plantea desafíos para la gestión migratoria.
Incremento de entradas por vía terrestre en Ceuta y Melilla
Durante 2024, se registró un aumento en las llegadas de migrantes por vía terrestre. Un total de 2.647 personas cruzaron de manera irregular las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, lo que representa un incremento respecto al año anterior. En Ceuta, las cifras ascendieron en un 137%, mientras que Melilla experimentó una reducción del 30,1%.
Este patrón migratorio refleja los desafíos que enfrentan estas ciudades autónomas en la gestión de la migración irregular. Mientras Melilla vio una disminución en las llegadas, Ceuta experimentó un aumento notable, destacando la variabilidad de los flujos migratorios en la zona. Estos datos subrayan la necesidad de enfoques adaptativos para abordar la situación de manera efectiva.