La militancia de ERC ha decidido con un voto ajustado, evidenciando la división interna, respaldar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Este acuerdo incluye la concesión de la independencia fiscal para Cataluña, un cambio significativo y controversial. Las reacciones no se han hecho esperar. Gabriel Rufián afirmó: «Todo el mundo suma, nadie sobra». Mientras tanto, Félix Bolaños destacó que Cataluña está más cerca de su futuro.
Resultados de la votación: un apoyo ajustado
La votación interna en ERC ha culminado con un apoyo ajustado a la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Con un 53,5% de los votos a favor y un 44,8% en contra, este resultado histórico refleja la división dentro del partido respecto a la dirección política a seguir. Con apenas 550 votos de diferencia, la militancia ha decidido apoyar el acuerdo, marcando un precedente significativo en el panorama político catalán.
La participación alcanzó un notable 77%, lo que subraya la importancia y el interés que este proceso ha generado entre los afiliados. Este respaldo, aunque ajustado, otorga legitimidad al próximo mandato de Salvador Illa, quien está programado para ser investido la próxima semana, a menos que surjan imprevistos que alteren este curso.
Detalles del acuerdo entre PSC y ERC
El preacuerdo firmado entre el PSC y ERC establece las bases para una nueva configuración fiscal y administrativa en Cataluña. Entre los términos más destacados se encuentra la implementación de un sistema de financiación «singular» para Cataluña, que se concretará en una comisión bilateral prevista para el primer semestre de 2025. Aunque no se utiliza el término «concierto económico», ERC sostiene que los términos acordados pueden definirse de este modo.
Además, el acuerdo incluye medidas significativas en el ámbito del «conflicto político», tal como la posibilidad de un referéndum futuro y el impulso de la lengua catalana. También se contempla la cesión de infraestructuras clave, como el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Este conjunto de medidas busca no solo reformar la estructura fiscal, sino también fortalecer la identidad y autonomía catalanas dentro del contexto español y europeo.
Reacciones políticas y sociales
Las reacciones no se han hecho esperar tras conocerse los resultados de la votación. Gabriel Rufián, de ERC, expresó en sus redes sociales que «todo el mundo suma, nadie sobra, ahora más que nunca somos ERC». Por su parte, Féliz Bolaños, ministro de la Presidencia, destacó que «la Cataluña del futuro está cada día más cerca: grandes acuerdos entre diferentes y ocuparse de lo importante para la ciudadanía». Estas declaraciones reflejan el optimismo y la relevancia política del acuerdo alcanzado.
La aceptación del acuerdo también ha generado un amplio debate fuera de las filas partidistas, con opiniones divididas en el espectro político y social español. Mientras unos ven esto como un paso hacia la resolución del conflicto catalán, otros lo critican por considerar que podría fomentar mayores divisiones y desigualdades en el país.
Implicaciones para el futuro de Cataluña
El acuerdo entre el PSC y ERC no solo redefine las relaciones fiscales entre Cataluña y el Estado español, sino que también plantea cambios profundos en la gestión y recaudación de todos los impuestos generados en Cataluña. Este nuevo modelo de financiación autonómica pretende ser un equilibrio entre la autonomía fiscal y la contribución a la solidaridad con otras comunidades autónomas españolas.
Además, la posibilidad de un referéndum sobre cuestiones clave del «conflicto político» podría abrir la puerta a futuras negociaciones y acuerdos que definan de manera más clara el estatus de Cataluña dentro de España y Europa. Estos desarrollos tienen el potencial de transformar significativamente tanto la estructura política como la cohesión social en Cataluña y más allá.