El milagro de Italia se materializó en el minuto 97. Un gol agónico de Zaccagni no solo salvó a los italianos, sino que también dejó a Croacia fuera de la Eurocopa. En un partido donde Italia no mostró su mejor versión, y Donnarumma fue nuevamente protagonista con sus paradas, la desesperación llevó a un desenlace dramático. ¿Cómo se gestó este empate que dejó a Modric y compañía sin opciones?
Un empate dramático que dejó a Croacia fuera
El milagro de Italia se produjo en el último suspiro del partido, cuando un gol en el minuto 97 dejó a Croacia fuera de la Eurocopa. Luka Modric había adelantado al equipo croata, pero no fue suficiente para asegurar la clasificación. Este empate fue un duro golpe para Croacia, que vio cómo se esfumaban sus esperanzas de avanzar en el torneo.
La tensión se palpaba en el ambiente mientras ambos equipos luchaban por un puesto en la siguiente ronda. Italia, con un solo punto, necesitaba desesperadamente ese gol para mantener vivas sus esperanzas. Al final, el equipo italiano demostró su capacidad de resistencia y logró un resultado que parecía improbable hasta los últimos segundos del encuentro.
Italia no mostró su mejor versión
A pesar de ser el campeón vigente, Italia no mostró las características de un equipo grande. Su rendimiento fue bastante limitado, y estuvo sostenido en numerosas ocasiones por Gianluigi Donnarumma, un portero que ha demostrado ser tan capaz de lo mejor como de lo peor. La falta de cohesión y la escasa creación de oportunidades claras de gol marcaron el desempeño de la squadra azzurra frente a Croacia.
El partido reflejó una versión de Italia que luchaba por encontrar su ritmo. No hubo especulaciones con el resultado, pero tampoco se vieron destellos del equipo que todos esperaban ver. La dependencia de las intervenciones de Donnarumma fue un claro indicativo de las dificultades que enfrentaron durante los 90 minutos regulares y el tiempo añadido.
Un segundo tiempo lleno de emociones
La segunda parte del encuentro fue un torbellino de emociones. Croacia se adelantó gracias a un gol de Luka Modric, quien capturó un rebote tras una serie de intervenciones destacadas de Donnarumma. El portero italiano había despejado un penalti fallado por Modric minutos antes, manteniendo la esperanza italiana viva. Esta acción fue un momento clave que mantuvo a Italia en juego hasta el final.
Los cambios tácticos introducidos por ambos entrenadores en la segunda mitad buscaron alterar el curso del partido. Spalletti intentó dar frescura al equipo con nuevas incorporaciones, buscando ese gol que necesitaban para avanzar. La presión aumentaba y el estadio se llenaba de expectativa mientras el reloj marcaba cada minuto que pasaba.
Zaccagni salva a Italia en el último suspiro
El momento culminante llegó cuando Matteo Zaccagni encontró la red en el último minuto del tiempo añadido, sellando un empate que parecía un milagro. Este gol no solo salvó a Italia, sino que también reafirmó la decisión de Spalletti de mantener la presión hasta el final. La clasificación de Italia a la siguiente ronda se celebró como una victoria, dada las circunstancias dramáticas en las que se consiguió.
La desolación en el bando croata contrastaba con la euforia italiana. El gol de Zaccagni en el minuto final fue un duro golpe para Croacia, que había estado tan cerca de la clasificación. Este partido será recordado no solo por el dramático desenlace, sino también por la demostración de resiliencia y tenacidad de un equipo italiano que nunca se dio por vencido.