En un duelo disputado, Francia consiguió un triunfo ante Austria gracias a un desafortunado autogol de Wöber. El partido, lleno de intensidad y marcado por numerosas amarillas y choques, vio cómo un centro de Mbappé se convertía en el gol decisivo. La presión agresiva del equipo de Rangnick complicó el encuentro para los franceses, quienes no lograron capitalizar todas sus oportunidades. Finalmente, un choque dejó a Mbappé con la nariz ensangrentada, obligándolo a abandonar el campo.
El autogol de Wöber decide el encuentro
En un partido que parecía estancado, fue un autogol de Wöber lo que inclinó la balanza a favor de Francia. Un centro aparentemente inofensivo de Mbappé se convirtió en la clave del partido cuando Wöber, intentando despejar, dirigió el balón hacia su propia red. Esta acción inesperada descolocó completamente al equipo austriaco y cambió el rumbo del encuentro.
Tras el gol, el equipo francés se posicionó de manera más defensiva, buscando proteger su ventaja. A pesar de las continuas presiones y avances de Austria, la fortuna ya había elegido su favorito en este intenso duelo disputado. El error de Wöber demostró ser decisivo, otorgando a Francia un triunfo que necesitaban para consolidarse en la competición.
Una primera mitad llena de intensidad
La primera mitad del juego estuvo marcada por una alta intensidad, con múltiples choques y interrupciones que reflejaron el fervor competitivo de ambos equipos. La tensión se palpaba en cada jugada, con los jugadores disputándose cada balón como si fuera el último. El árbitro tuvo que intervenir en varias ocasiones, mostrando amarillas para calmar los ánimos.
Durante estos primeros 45 minutos, Austria intentó imponer su ritmo, pero Francia no se dejaba intimidar fácilmente. La agresividad austríaca se encontró con una sólida defensa francesa que, aunque no brilló en ataque, logró mantener el control. Esta primera parte sentó las bases para lo que sería un segundo tiempo igualmente disputado.
El planteamiento táctico de Deschamps
El seleccionador francés, Deschamps, optó por un esquema que privilegiaba la defensa sin descuidar el ataque. Con solo dos centrocampistas puros, Kanté y Rabiot, la estrategia estaba clara: fortalecer el medio campo para recuperar y mantener la posesión. Esta disposición táctica permitió a Francia controlar los tiempos del juego.
Además, Deschamps dispuso de cuatro hombres en línea de ataque, con Griezmann moviéndose libremente para crear oportunidades. Este planteamiento no solo buscaba proteger el arco propio sino también generar presión en la zona ofensiva, algo que a ratos se tradujo en oportunidades claras de gol.
La presión agresiva de Austria
A cargo del técnico Rangnick, conocido por su influencia en la «escuela alemana», Austria no dudó en aplicar una presión agresiva. El objetivo era claro: recuperar la posesión lo más alto posible y dificultar el avance francés. Esta táctica se evidenció en cada intento de Francia por desarrollar su juego, encontrándose constantemente con un muro defensivo bien organizado.
Aunque esta estrategia podría considerarse arriesgada, especialmente contra jugadores rápidos como Mbappé, Austria la ejecutó con una disciplina férrea. El equipo no solo buscaba detener a Francia sino también proponer su propio ritmo, algo que por momentos lograron con éxito, complicando el panorama para los franceses.
Las oportunidades fallidas de Francia
A pesar de tener la ventaja en el marcador, Francia enfrentó dificultades para cerrar el juego. Mbappé, en varias ocasiones, tuvo el gol en sus botas pero se encontró con un Pentz inspirado en la portería austriaca. Estos mano a mano fallidos podrían haber ampliado la brecha en el marcador, pero el acierto no estuvo del lado de los delanteros franceses.
Estas oportunidades desperdiciadas mantenían el encuentro abierto y daban esperanzas a Austria de poder igualar la contienda. Cada fallo aumentaba la presión sobre el equipo francés, que veía cómo el reloj avanzaba sin poder asegurar definitivamente su victoria.
Un final accidentado para Mbappé
El partido no solo fue exigente en lo táctico y físico, sino también en lo personal para Mbappé. Tras un choque aéreo con Danso, el delantero francés tuvo que ser sustituido debido a una nariz ensangrentada. Este incidente no solo reflejaba la intensidad del encuentro sino también el alto costo físico que ambos equipos estaban pagando.
La salida de Mbappé representó un momento crítico para Francia, perdiendo a su principal referente ofensivo en los minutos finales. Sin embargo, el equipo supo mantener la compostura y, a pesar de la adversidad y el incremento en la presión austríaca, logró conservar su escasa ventaja hasta el final del partido.
Si saben pero no me responder a la pregunta que les ago, sobre el partido Francia Austria
Tijera de dos jugadores franceses a un jugador austrico dentro del area