El rey Felipe VI ha viajado a Alemania para apoyar a la selección española en la Eurocopa. En el Arena Auf Schalke, el monarca disfrutó del emocionante partido contra Italia. «Es una maravilla verlos jugar», comentó el rey, destacando el talento del fútbol español. Tras el triunfo y la clasificación a octavos, Felipe VI visitó el vestuario para felicitar a los jugadores y recibió una camiseta personalizada del capitán Álvaro Morata.
Felipe VI presencia el enfrentamiento entre España e Italia
En la emocionante arena Auf Schalke en Alemania, el rey Felipe VI fue testigo del vibrante partido en directo entre la selección española y la selección italiana. La atmósfera estaba cargada de expectación y entusiasmo mientras España se enfrentaba a uno de sus rivales más formidables en la Eurocopa. Este encuentro no solo fue un despliegue de habilidad y estrategia, sino también un momento decisivo que culminó con un triunfo español por 1-0, asegurando su clasificación a los octavos de final.
La presencia del monarca no pasó desapercibida, ya que su apoyo es visto como un talismán para el equipo. Observar a Felipe VI en las gradas, celebrando y animando a la selección, fue un impulso moral significativo para los jugadores y los aficionados por igual. Este gesto reafirma el vínculo entre la corona y el deporte nacional, destacando cómo los triunfos deportivos pueden unir al país en un espíritu de orgullo y camaradería.
El rey Felipe VI ha estado presente en las tres últimas Eurocopas, demostrando su inquebrantable apoyo a la selección española.
Felicitaciones y promesas del monarca a los jugadores
Tras la victoria, el rey Felipe VI se dirigió al vestuario para encontrarse con los jugadores españoles. Allí, compartió momentos de alegría y felicitaciones, destacando especialmente la actuación de Nico Williams, Pedri y Lamine Yamal. En un gesto de aprecio y reconocimiento, el capitán Álvaro Morata entregó al rey una camiseta personalizada con el dorsal 10 y el nombre Felipe VI en la espalda. Este acto simbolizó la estrecha relación entre el equipo y su máximo representante.
Con entusiasmo y una sonrisa, el monarca expresó su compromiso de estar presente en la final de la Eurocopa, si España llega a esa instancia. «Me la pondré porque no voy a poder venir hasta que… no puedo decirlo, pero si seguís jugando así va a haber una gran alegría», bromeó el rey, dejando entrever su optimismo y confianza en la capacidad del equipo nacional para llegar a lo más alto del torneo europeo. Este apoyo real no solo eleva el espíritu del equipo, sino que también fortalece la conexión entre la monarquía y los ciudadanos a través del deporte.