El récord de calor en la Ciudad de México ha alcanzado niveles preocupantes. Este sábado, la capital mexicana registró una temperatura de 34,7 grados en la estación meteorológica de Tacubaya. Este fenómeno no solo destaca por su intensidad, sino también por sus implicaciones. Según el Ministerio de Salud, las olas de calor han afectado gravemente la salud de la población, provocando numerosas muertes. La situación se agrava con la escasez de recursos básicos como el agua.
Nueva marca histórica en Tacubaya
La estación meteorológica de Tacubaya, en Ciudad de México, registró un récord histórico de 34,7 grados Celsius el sábado 25 de mayo de 2024. Esta temperatura es la más alta jamás registrada desde que se iniciaron las estadísticas en dicha estación. El récord anterior, de 34,4 grados, se alcanzó apenas un día antes, lo que subraya la gravedad del fenómeno actual. Este aumento de temperatura es un claro indicador del cambio climático y sus efectos en la región.
Tacubaya, situada a una altitud de 2.300 metros sobre el nivel del mar, no suele experimentar temperaturas tan extremas. La ola de calor que atraviesa el país ha afectado gravemente a la capital mexicana, haciendo que los termómetros marquen cifras inusuales. Este fenómeno no solo preocupa por el calor en sí, sino también por las consecuencias que podría tener en la salud y el bienestar de la población.
La capital del país ha sido testigo de un aumento sin precedentes en sus temperaturas.
Impacto en la salud y mortalidad
El impacto de esta ola de calor ha sido devastador para la salud pública. Según el Ministerio de Salud, desde marzo pasado, se han registrado 48 muertes relacionadas con las temperaturas extremas. La salud de muchas personas también se ha visto afectada, con un total de 956 casos reportados hasta el 21 de mayo. Los estados más afectados incluyen Veracruz, con 14 muertes, y Tabasco, San Luis Potosí y Tamaulipas, con ocho cada uno.
Las olas de calor no solo incrementan la mortalidad, sino que también exacerban problemas de salud preexistentes. Personas con enfermedades crónicas son especialmente vulnerables. Además, los servicios médicos están bajo presión para atender a quienes sufren golpes de calor y deshidratación. Estas situaciones revelan la urgente necesidad de preparar sistemas de salud robustos para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
Escasez y problemas de suministro
La intensa ola de calor ha provocado una escasez significativa de recursos esenciales en la ciudad. En muchos supermercados, las botellas de agua y los bloques de hielo se han agotado rápidamente debido a la alta demanda. Esta falta de suministros básicos pone en riesgo a las comunidades más vulnerables, que dependen de estos productos para mantenerse hidratadas y frescas durante los días más calurosos.
Además del suministro insuficiente, la contaminación atmosférica ha empeorado en la megaciudad. Los vientos débiles han contribuido a una acumulación peligrosa de contaminantes en el aire, afectando aún más la calidad de vida de los habitantes. Esta combinación de calor extremo y mala calidad del aire crea un entorno difícil para millones de personas que viven en Ciudad de México y sus alrededores.
Perspectivas científicas y futuras
Los científicos advierten que la situación podría empeorar en las próximas semanas. Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México han señalado que las temperaturas podrían seguir aumentando, marcando nuevos récords históricos. Esta previsión subraya la necesidad urgente de medidas para adaptarse a estos cambios climáticos extremos.
A nivel global, los datos del observatorio europeo Copernicus muestran una tendencia alarmante: todos los meses desde junio del año pasado han superado sus propios récords mensuales de calor. El mes pasado, abril 2024, registró una temperatura media global de 15,03 grados Celsius, superando en 1,58 grados el promedio histórico del periodo preindustrial (1850-1900). Estos datos reflejan una tendencia preocupante que requiere atención inmediata.