En el barrio de Campanar, en Valencia, la Policía Nacional ha llevado a cabo un desalojo que ha captado la atención pública. Cuatro individuos, todos de origen marroquí, fueron retirados de una vivienda ocupada ilegalmente por orden judicial. La investigación policial reveló que estos ocupantes tenían antecedentes por delitos graves. Dicho desalojo, ejecutado sin incidentes, también permitió la recuperación de varios objetos de procedencia ilícita.
Investigación y antecedentes del caso
La investigación policial se inició a raíz de un incendio intencionado en una vivienda ocupada ilegalmente en el barrio de Campanar, en Valencia, el pasado 14 de julio. Tras este evento, se detuvo al ocupante que, según informes de la Policía, había provocado el fuego antes de huir del lugar. Este suceso alarmante fue solo la punta del iceberg, ya que destapó una serie de ocupaciones y actividades ilícitas en la zona.
Además, durante la investigación, se identificaron a cuatro hombres que llevaban meses viviendo ilegalmente en otra propiedad del mismo barrio, generando una considerable alarma vecinal. Estos individuos, con antecedentes de delitos contra el patrimonio y contra las personas, fueron finalmente los protagonistas del desalojo por orden judicial llevado a cabo recientemente por las autoridades.
La intervención policial culminó sin incidentes, demostrando la eficacia y la preparación de las unidades involucradas.
Procedimiento y ejecución del desalojo
El desalojo fue ejecutado por la Unidad de Intervención Policial (UIP) y el Grupo Operativo de Respuesta (GOR), quienes se presentaron en la vivienda ocupada para llevar a cabo la orden judicial. Los cuatro hombres fueron encontrados dentro de la propiedad y procedieron a recoger sus pertenencias bajo la supervisión de las fuerzas del orden, abandonando el inmueble de manera ordenada y sin provocar altercados.
Durante la revisión de los objetos que los ocupantes intentaban llevarse, los agentes descubrieron varios artículos de procedencia ilícita, incluyendo dos teléfonos móviles, unas gafas de sol y un altavoz. Estos objetos fueron confiscados por la policía tras verificar su ilegalidad. La vivienda recuperada ha sido devuelta a su legítimo propietario, poniendo fin a un episodio más de ocupación ilegal en Valencia.