La posible salida del PiS polaco del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos en el Parlamento Europeo amenaza con desestabilizar la influencia de Giorgia Meloni en Bruselas. Durante la reciente cumbre de los Veintisiete, los rumores se confirmaron: el partido Ley y Justicia sopesa formar su propio grupo parlamentario, lo que podría fracturar la unidad interna del ECR. La política europea se enfrenta a una reconfiguración inesperada.
Desacuerdos internos ponen en jaque la unidad del ECR
Los desacuerdos internos han surgido como una amenaza significativa para la unidad del ECR, grupo en el que Giorgia Meloni ha jugado un papel preponderante. La posibilidad que el partido polaco Ley y Justicia (PiS) abandone el grupo para formar una nueva alianza con Fidesz y otros partidos similares ha encendido las alarmas. Este movimiento podría desencadenar una reconfiguración de las alianzas políticas dentro del Parlamento Europeo.
La líder del PiS y ex primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, expresó que la formación de un nuevo grupo parlamentario está siendo considerada seriamente, con una probabilidad del 50%. Esto podría significar no solo una pérdida para el ECR en términos de números, sino también en influencia política, poniendo en riesgo la cohesión y los objetivos comunes que hasta ahora habían prevalecido bajo la batuta de Meloni.
El impacto potencial en la Eurocámara
Un cambio en la composición del ECR podría repercutir significativamente en la distribución de escaños dentro de la Eurocámara. Actualmente, el ECR cuenta con 83 diputados, siendo la tercera fuerza política gracias a la reciente inclusión de partidos como el rumano AUR. Sin embargo, la salida de los 20 eurodiputados del PiS podría reducir su tamaño y poder, beneficiando a otros grupos como los liberales, que actualmente poseen 75 escaños.
Hermanos de Italia, el partido liderado por Meloni, es el contribuyente principal con 24 diputados al ECR. La posible reestructuración del grupo afectaría no solo la dinámica interna, sino también la representación y el peso político de cada partido dentro del Parlamento Europeo. Este escenario plantea un desafío considerable para Meloni, quien tendría que negociar y posiblemente redefinir las estrategias y alianzas futuras.
El futuro de la derecha radical en Europa
El panorama para la derecha radical en Europa parece encaminarse hacia una mayor fragmentación. Con la emergencia de nuevos grupos parlamentarios y la redefinición de alianzas, partidos como Identidad y Democracia, liderado por Marine Le Pen, podrían encontrar nuevas oportunidades para expandir su influencia. La exclusión de partidos como Alternativa por Alemania (AfD) demuestra una creciente preocupación por las políticas extremas dentro de estos grupos.
Además, la creación de un nuevo grupo «soberanista y patriótico» liderado por Fidesz podría atraer a otros partidos que buscan reforzar sus políticas soberanistas a nivel europeo. Este tipo de movimientos subraya una estrategia de consolidación entre partidos con ideologías similares, buscando una voz más fuerte y unida en el Parlamento Europeo. Pronto podrían surgir anuncios significativos que delineen el nuevo curso de la derecha radical en el continente.