La propuesta de Ursula Von der Leyen para el nuevo colegio de comisarios de la Comisión Europea ha desatado un fuerte choque con los socialistas europeos. Iratxe García y Stefan Löfven, líderes del grupo S&D, han expresado su descontento por la actual composición y estructura política de la comisión. La presión aumenta para incluir al candidato Nicolas Schmit, mientras que la posible vicepresidencia de Raffaele Fitto, representante de la derecha radical, añade más tensión.
Reclamos del grupo Socialistas & Demócratas
Iratxe García y Stefan Löfven, líderes del grupo S&D, han emitido un comunicado donde critican la composición y estructura de la futura Comisión Europea liderada por Ursula Von der Leyen. Aducen que está demasiado inclinada hacia la derecha, lo que podría desplazar el equilibrio político necesario para abordar los desafíos de la Unión Europea.
Los líderes socialistas han amenazado con no apoyar el colegio de comisarios si sus demandas no son atendidas. Esta firme posición surge tras el aplazamiento en la presentación del nuevo equipo, lo que ha generado incertidumbre y descontento dentro del grupo político, poniendo en riesgo el soporte esencial para la gobernabilidad de la Comisión.
Presión de los socialistas para incluir a Nicolas Schmit
El grupo S&D está ejerciendo presión para que Nicolas Schmit, su candidato en las pasadas elecciones europeas, sea incluido en el nuevo equipo de Von der Leyen. A pesar de la resistencia del gobierno de Luxemburgo, que ha nominado a un miembro del Partido Popular Europeo, los socialistas insisten en su inclusión como parte de un acuerdo previo.
Esta situación ha causado tensiones incluso con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien ha intervenido públicamente para apoyar la candidatura de Schmit. La negativa de Luxemburgo no solo es un desafío directo a las expectativas de los socialistas sino también a la práctica usual de incorporar a candidatos no electos en roles significativos dentro de la Comisión.
Controversia sobre la vicepresidencia de la derecha radical
Una gran controversia ha surgido por los planes de Von der Leyen de nombrar a Raffaele Fitto, un político de la derecha radical italiana, como uno de los vicepresidentes ejecutivos. Este movimiento ha sido criticado por representar una inclinación hacia las políticas conservadoras extremas, que muchos consideran contrarias a los valores fundamentales de la Unión Europea.
Fitto, designado por el gobierno de Giorgia Meloni y miembro del grupo Conservadores y Reformistas Europeos, podría influir significativamente en las decisiones políticas y estratégicas de la Comisión, algo que los socialistas y otros grupos progresistas ven con gran preocupación.
Justificaciones de Von der Leyen para el aplazamiento
Von der Leyen ha justificado el aplazamiento en la presentación de su equipo por cuestiones de procedimiento, destacando la reciente decisión de Eslovenia de cambiar su candidato, lo cual requiere una nueva confirmación por parte del Parlamento Europeo. La nueva candidata, Marta Kos, necesita ser evaluada y confirmada, lo que ha retrasado el proceso.
Este retraso también ha afectado la organización y distribución de las carteras dentro de la futura Comisión, aumentando la incertidumbre sobre la estructura final que tendrá la institución y poniendo en duda la capacidad de Von der Leyen para mantener un equilibrio adecuado entre los diferentes grupos políticos europeos.
Reacciones de otros grupos políticos
Tanto los liberales como los ecologistas han expresado su recelo hacia la inclusión de Fitto como vicepresidente, mientras que el Partido Popular Europeo sigue presionando para asegurar carteras clave como la de Acción Climática. Esta dinámica muestra un campo de batalla político donde cada grupo intenta maximizar su influencia en la próxima Comisión.
La lucha por el poder y las cuotas dentro de la Comisión refleja las tensiones inherentes en una Europa diversa y políticamente fragmentada. Las negociaciones continuas son vitales para alcanzar un consenso que permita a la Comisión funcionar efectivamente y abordar los desafíos que enfrenta el continente.
Posibles eslabones débiles en la lista de Von der Leyen
Algunos nombres en la lista propuesta por Von der Leyen, como el húngaro Olivér Várhelyi y el maltés Glenn Micallef, han sido señalados por fuentes parlamentarias como posibles puntos débiles. Várhelyi, conocido por ser el hombre de Orbán en Bruselas, podría enfrentar una fuerte oposición debido a su asociación con políticas consideradas autoritarias.
Micallef, por su parte, es relativamente joven y su experiencia se limita a haber sido jefe de gabinete del primer ministro maltés hasta hace poco tiempo. Su juventud y falta de experiencia podrían ser factores que complicarían su confirmación durante las audiencias en la Eurocámara, donde se escudriñarán a fondo sus capacidades y antecedentes.
Impacto potencial del aplazamiento en el inicio del mandato
El aplazamiento en la formación del nuevo colegio podría retrasar el inicio del mandato de la Comisión, previsto oficialmente para el 1 de noviembre. Este retraso no solo afecta la planificación y ejecución de políticas sino también la percepción pública de la eficacia de la Unión Europea en tiempos críticos.
La incertidumbre sobre cuándo comenzará efectivamente a funcionar la nueva Comisión genera preguntas sobre cómo se manejarán los asuntos urgentes y las expectativas de los ciudadanos europeos. Una votación retrasada o una confirmación complicada de los comisarios podría prolongar este periodo de incertidumbre política.
