La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha certificado el primer caso humano de gripe aviar H5N1 en una niña australiana de dos años, quien se habría contagiado en India. La menor presentó síntomas gripales como fiebre y tos al regresar a Melbourne. Este evento subraya la importancia de seguir las recomendaciones sanitarias para evitar el contacto con animales infectados. Desde 2003, se han registrado cientos de casos humanos en diversos países, lo que evidencia la amenaza persistente del virus H5N1.
Detalles del caso y recuperación de la menor
Una niña de dos años, procedente de Australia, fue hospitalizada el 2 de marzo en Melbourne después de presentar síntomas gripales. Había regresado de un viaje a Calcuta, India, donde se cree que contrajo el virus H5N1, causante de la gripe aviar. Los síntomas iniciales incluían fiebre alta, tos y vómitos. Tras ser atendida inicialmente con paracetamol, su estado empeoró rápidamente, llevándola a ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos el 4 de marzo.
Afortunadamente, después de dos semanas y media de cuidados intensivos, la menor mostró signos de recuperación. El departamento de salud de Victoria confirmó oficialmente que la niña se encuentra ahora en buen estado de salud. Este caso resalta la importancia de la vigilancia médica rápida y efectiva frente a síntomas inusuales, especialmente después de viajar a regiones afectadas por enfermedades poco comunes.
Recuerde siempre consultar inmediatamente al médico ante síntomas inusuales tras viajes internacionales.
Recomendaciones de la OMS para prevenir contagios
La Organización Mundial de la Salud reitera que el contacto directo con animales infectados o entornos contaminados son las principales vías de transmisión del virus H5N1. Es crucial evitar espacios como mercados o granjas donde se congregan animales vivos, especialmente en áreas conocidas por brotes de gripe aviar. Estas precauciones ayudan a reducir significativamente el riesgo de contagio.
Mantener una higiene adecuada es otra medida preventiva vital. Lavarse las manos frecuentemente, usar desinfectantes y evitar el consumo de aves enfermas o que hayan muerto sin explicación son prácticas recomendadas. Estas acciones simples pero efectivas pueden protegerle a usted y a su familia de posibles infecciones transmitidas por aves y otros animales.