Una investigación reciente del Hospital de Basurto ha revelado una preocupante tendencia: un aumento significativo de las infecciones de transmisión sexual entre los adolescentes de 14 a 18 años en Bizkaia. A pesar de la alta prevalencia de enfermedades como la gonorrea y la clamidia, muchos jóvenes evitan buscar asistencia médica. La vergüenza, el desconocimiento y el miedo al juicio social juegan un papel crucial. Las complicaciones de estas ITS pueden ser severas, incluyendo infertilidad y dolor pélvico crónico.
Tasas alarmantes entre los jóvenes
En el estudio realizado por el Hospital de Basurto, se ha descubierto que la prevalencia de ITS como la gonorrea y la clamidia es considerablemente alta entre los adolescentes de 14 a 18 años. Mientras la gonorrea afecta al 15,5% de estos jóvenes, la clamidia tiene una prevalencia del 25,3%. Estas cifras son significativamente mayores en comparación con los adultos, donde la prevalencia de gonorrea es del 10,3% y la de clamidia del 14,2%.
El análisis por género revela datos aún más preocupantes, especialmente entre las mujeres adolescentes. Por ejemplo, la prevalencia de clamidia en mujeres jóvenes alcanza el 29,3%, frente al 15,2% en mujeres mayores. Esta disparidad subraya la necesidad urgente de abordar las ITS entre los más jóvenes, quienes parecen estar en mayor riesgo y menos propensos a buscar ayuda médica.
Barreras para el acceso a la salud
La vergüenza y el miedo al juicio social limitan seriamente el acceso de los adolescentes a servicios de salud necesarios.
Según Joana de Miguel, investigadora principal del estudio, muchos adolescentes evitan buscar asistencia médica por vergüenza o desconocimiento sobre los recursos disponibles. Este comportamiento no solo retrasa el diagnóstico y tratamiento de las ITS sino que también incrementa el riesgo de complicaciones graves como infertilidad y dolor pélvico crónico en el futuro, particularmente entre las mujeres jóvenes.
La falta de conocimiento sobre cómo y dónde obtener ayuda es otro obstáculo significativo. Muchos jóvenes no están conscientes de que pueden ser portadores de ITS sin mostrar síntomas evidentes, lo que perpetúa la cadena de transmisión y complica aún más la situación epidemiológica actual.
Importancia de la educación sexual
La falta de una educación sexual adecuada y accesible es uno de los principales problemas identificados. Cristina Epalza, pediatra del Hospital 12 de Octubre en Madrid, subraya que sin conocimientos adecuados sobre salud sexual y reproductiva, los adolescentes no pueden tomar decisiones informadas ni protegerse adecuadamente contra las ITS.
Los expertos enfatizan que mejorar la accesibilidad a los recursos disponibles es crucial para cambiar esta tendencia. Proponen iniciativas como ofrecer tratamientos directamente en los centros educativos y asegurar que los preservativos sean fácilmente accesibles y gratuitos para todos los adolescentes, abordando así parte del problema desde su raíz.
Recomendaciones para mejorar la situación
Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, advierte sobre la necesidad de crear espacios de confianza donde los jóvenes se sientan cómodos para discutir abiertamente sobre salud sexual. Estos espacios podrían facilitar una mejor comunicación y educación respecto al uso adecuado del preservativo y otros métodos preventivos.
Otra recomendación clave es abordar la influencia negativa de la pornografía en la percepción juvenil sobre las relaciones sexuales. Notario sugiere que se debe trabajar más en proporcionar representaciones realistas y responsables en todos los medios, ayudando así a formar una visión más saludable y respetuosa sobre la sexualidad.